5 Falsos mitos sobre la fertilización


¿Qué sabes de los fertilizantes?.
Seguramente, si estás acostumbrado a usarlos, habrás escuchado alguna de las siguientes afirmaciones, pero ¿cuanta verdad contienen?.
A continuación desmontamos 5 mitos:

– «La fertilización es artificial porque se le dan a la planta productos químicos de síntesis».
Las plantas toman de la solución del suelo, naturalmente disueltos, todos los nutrientes principales: nitrógeno(NH4+, NO3-), fósforo (H2PO4, HPO42-), potasio (K+), calcio (Ca2+), y magnesio (Mg2+) en estas formas químicas, e igualmente todos los micronutrientes. Lo que se hace al fertilizar es reponer al suelo los nutrientes que se han perdido por: Absorción del cultivo, inmovilización por microorganismos, volatilización, lixiviación, erosión y precipitación.
El suelo por si solo tardaría mucho tiempo en reponerlos por medio de un lento proceso de mineralización, solubilización y desorción.
Por eso la forma más racional y ecológica de fertilizar es aportar los nutrientes en esas mismas formas que la planta puede absorber y aplicarlos al ritmo que esta los pueda asimilar, para evitar pérdidas y aumentar eficiencia de los fertilizantes.

– «Es mejor suministrar un elemento nutriente de forma aislada según la época».
Este es un error de carácter cultural muy extendido. Según esta forma de fertilizar, dependiendo del estado fenológico de la planta se aporta sólo nitrógeno, o sólo potasio, etc.
Esto puede no ser sólo inadecuado, sino que además podemos propiciar desequilibrios fisiológicos en nuestro cultivo que acorten su vida útil, y por tanto, productiva del mismo.
Debemos tener en cuenta que la respuesta de los cultivos a la fertilización es generalmente lenta, por eso debemos anticiparnos a lo que estamos viendo en cada momento.
Lo más racional es manejar relaciones óptimas entre nutrientes para obtener una planta nutrida de forma equilibrada y más resistente, de forma natural, a plagas y enfermedades.

– «Los fertilizantes líquidos son menos concentrados».
Los fertilizantes líquidos Gat fabricados de forma industrial y automatizada se hacen con la máxima concentración que la química y su temperatura de cristalización (almacenaje) permita en cada momento.
Por tanto son más concentrados que los fabricados o disueltos en la propia finca con menos medios.
El fertilizante sólido debe incorporarse disolviéndolo previamente en el agua de riego, lo que genera gastos de almacenamiento, manipulación y no menos importante, de tiempo.
La fertirrigación con abonos líquidos Gat tiene numerosas ventajas:
– El fertilizante se localiza donde se encuentran las raíces activas. Cada gota de agua contiene los nutrientes en la concentración y en el equilibrio necesarios.
– Se obtiene mayor disponibilidad de nutrientes y estos se aplican al ritmo que la planta puede aprovecharlos.
– La fertilización se puede adecuar a cada etapa del desarrollo de la planta.
– Se evitan manipulaciones peligrosas ya que las soluciones se sirven ya acidificadas.

– «No es necesario regar cuando llueve». 
Hay que regar según las necesidades de nutrientes y no solo según las necesidades hídricas del cultivo.
El ahorro y la eficiencia del agua de riego deben estar hoy en día más unidas que nunca con objeto de no desperdiciar un recurso tan valioso. Eso es cierto, muy cierto. Pero, en el caso de la fertirrigación hay una serie de particularidades que hay que conocer.
Los nutrientes aportados permanecen en el «bulbo mojado» que es dónde se desarrollan casi exclusivamente las raíces que los absorben. Para facilitar su absorción esta zona del bulbo húmedo tiene que estar siempre en capacidad de campo para mantener un equilibrio óptimo entre el nivel de oxígeno y el de agua de este suelo. Debemos tener en cuenta los lavados de nutrientes a capas inferiores provocados por la lluvia o por los riegos sin fertilizante que pueden colocar los nutrientes fuera del alcance de las raíces. 
Al fertirrigar con riegos de precisión y alta frecuencia, como el goteo, la eficiencia del riego tiene una gran importancia, ya que este es el vehículo de transporte de los nutrientes a las raíces y su forma de entrada (o absorción) a la planta.
Por medio de la fertirrigación, aportamos directamente en el suelo la solución que va a encontrar nuestro cultivo, con algunas interacciones del suelo, actuando este último en muchos casos casi como mero sustrato.

– «La calidad del producto no es importante».
Posiblemente el factor al que menos cuenta le echamos cuando pagamos y del que más nos acordamos a la hora de valorar los resultados de toda una campaña.
La calidad de un producto es el conjunto de ventajas que obtenemos del mismo. En nuestro caso, su solubilidad, la disponibilidad de las formas químicas presentes en las materias primas usadas en su fabricación, etc, no es que sea importante, es importantísima.
Pensemos, ¿de qué nos sirve un producto poco efectivo, que no garantiza las concentraciones, capaz de destrozarnos las líneas de goteros, que nos llega cuando ya no lo necesitamos, un producto que no es el adecuado exactamente a las necesidades de nuestra plantación?…

En Gat Fertilíquidos, técnicos y agricultores contáis con un producto de propiedades físico-químicas y concentración garantizadas, con calidad certificada, un producto seguro y eficiente servido cuando se necesita allí donde se requiere. Tenéis a vuestra disposición, trabajando para vosotros, a todo un equipo técnico especializado con más de 25 años de experiencia internacional en las zonas productivas más avanzadas del mundo, para recomendarte el producto que realmente necesitas y que tu cultivo sea todo un éxito.

Equipo de redacción.
Gat Fertilíquidos.